Volcanes

El Llaima es un volcán ubicado en la Región de La Araucanía, Chile. De forma cónica relativamente regular y simétrica, clasificado como estratovolcán, el Llaima tiene una altitud de 3.125 m. Se ubica en la zona precordillerana de La Frontera, a 72 km al noreste de la ciudad de Temuco, desde donde es visible.
El nombre proviene del idioma mapuche, aunque existe cierta discrepancia sobre su significado pues para algunos significa «desaguadero» o «zanja», en alusión a una gran grieta que apareció cerca del cráter en la erupción de 1873, o según otras traducciones, «venas de sangre» o «viudo». El Llaima es considerado como uno de los de mayor actividad del país y de América del Sur, con 23 eventos mayores de volcanismo durante el siglo XX, el último importante en 1994. El día 1 de enero de 2008 entró en erupción a las 18.20 hora chilena, siendo la primera erupción del siglo XXI.
Forma parte del Parque Nacional Conguillío, que destaca por sus bosques de araucarias, los cuales rodeadan los numerosos escoriales que circundan el cono volcánico. La belleza paisajística del Llaima ha contribuido a convertir la zona en un importante destino turístico. En su ladera oeste se encuentra el centro de esquí Las Araucarias.
El volcán Llaima está ubicado entre las comunas de Melipeuco y Vilcún, Provincia de Cautín, y la comuna de Curacautín en la Provincia de Malleco, Región de La Araucanía, en las coordenadas 38°41′45″S, 71°43′54″O, siendo uno más de los cerros que conforman el borde occidental de la Cordillera Principal de los Andes. El volcán está situado dentro del Parque Nacional Conguillío, administrado por CONAF.
La cumbre del volcán está a unos 76 kilómetros al noreste de la ciudad de Temuco, capital regional. A sus pies se encuentran ciudades y localidades turísticas como Curacautín, Cherquenco y Melipeuco. El acceso al volcán se puede realizar a través de tres rutas principales, desde la Ruta Panamericana hacia Curacautín al noroeste del volcán, por Victoria o Lautaro; desde la Ruta Panamericana por Cajón hacia Cherquenco al oeste del Llaima, y desde Temuco hacia Melipeuco, para acceder al sector sur del volcán. Las rutas de Curacautín y Melipeuco corresponden a las rutas internacionales que conectan a la región con Argentina por los pasos Pino Hachado e Icalma, respectivamente.
El volcán Llaima es una de las montañas más importantes y voluminosas del sector sur de la Cordillera de los Andes, comprendida entre las latitudes 37º y 46º Sur. La altitud de la montaña se alza hasta los 3.125 msnm, con una prominencia de 1.819 m sobre las cumbres cercanas. La altura del cono volcánico es de aproximadamente unos 2.400 m desde su base, localizada aproximadamente a los 740 msnm.
El volcán tiene dos cimas, siendo la del sector norte más prominente y quedando separada por un portezuelo de aproximadamente 1 km de longitud del Pichillaima, la cumbre sur que alcanza los 2.920 msnm. El cráter del volcán se encuentra en la cumbre mayor, con una amplitud de 350 m de diámetro en el que está constantemente presente una fumarola como signo de actividad del volcán. En la cumbre sur existen restos de un cono de escorias anidado en uno mayor, los cuales están abiertos hacia el sureste desde donde salen fumarolas débiles.
Diversos glaciares cubren los flancos occidental, sudoccidental y oriental. El más extenso es el occidental y sudoccidental, que alcanza una superficie de 19 km². En el flanco oriental, entanto, 4 lenguas glaciales cubren un área de 10 km². Una gruesa capa de material piroclástico ha cubierto al hielo, especialmente hacia el sector oriental, lo que ha detenido en parte la ablación de los glaciares. En la temporada invernal (en el Hemisferio Sur, entre julio y septiembre), la nieve cubre la superficie volcánica desde al menos la cota de los 1.000 msnm.
Los deshielos son drenados por algunos ríos menores y esteros en forma radial a través de las hoyas de los ríos Captrén y Quepe (afluentes del río Cautín) y del Allipén en forma parcial. De estos desagües, destaca el río Trufultruful, el cual forma una serie de lagos represados por lava solidificada como el lago Verde, el Arcoíris y el Conguillío.
El Llaima es un volcán catalogado como estratovolcán, constituido por una estructura basal con forma de volcán de escudo, el cual está rodeado por unos 40 conos de escoria adventicios, los que se orientan en dirección noreste según una alineación curva de aproximadamente 29 km de longitud que recoirre desde el suroeste hasta la ladera noreste del volcán. Los derrames de lava producidos por el Llaima han sido emitidos dentro de un radio de 30 kilómetros desde la cima, el cual conforma una superficie irregular de unos 700 km² y un volumen de 400 km³. La base del volcán es elíptica, cuyo eje mayor en sentido norte-sur es de 30 km y el menor es de 25 km de este a oeste.
Se estima que la actividad volcánica del Llaima alcanzó su desarrollo más importante durante el Pleistoceno Superior y parte de Holoceno, depositando sus productos emitidos sobre granitoides terciarios y los complejos volcánicos de Hirrampe-Melo y Sierra Nevada, de carácter pleistoceno. Aunque no se ha podido determinar el inicio de la actividad volcánica, los rastros más antiguos de ésta muestran efectos erosivos de la última glaciación. Esto implicaría que los productos primigenios debiesen haber sido emitidos luego de la penúltima glaciación, datándolos con una edad máxima de unos 250.000 años (Pleistoceno Medio o Tardío).
Gracias a análisis morfoestructurales, geoquímicos, estratigráficos y litológicos, han sido reconocidas tres unidades evolutivas del volcán: una unidad antigua, otra fisural y el cono principal (o edificio), a las que se suman las capas de depósitos piroclásticos acumulados durante varios años. Sobre las lavas post-glaciales tempranas de la unidad antigua, se encuentran extensos depósitos piroclásticos de tipo andesítico-basáltico, que dan inicio a la unidad fisural, y que contienen restos de madera carbonizada con una antigüedad de 13.200 años. Debido a su gran volumen, se cree que este depósito se formó en una caldera producida por un colapso del edificio principal.
Las rocas del Llaima están formadas principalmente por lavas y piroclastos basálticos a andesítico-basálticos, con contenidos de sílice que varían entre un 50% y un 58% de SiO. Sin embargo, existen depósitos de pómez con una composición dacítica (65% de SiO2) y que están asociados a una erupción pliniana. Las rocas son de tipo poríficas, compuestas por fenocristales de plagioclasa, olivino y clinopiroxeno, siendo características geoquímicas muy similares a las de volcanes cercanos como el Antuco, el Villarrica y el Osorno.

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